Hoy mi amigo Andrés Gonzalez, al enseñarme la foto de su perra Diana, las lágrimas salieron de sus ojos. Lo comprendo y lo admiro al tener los sentimientos de cariño hacía su fiel perra durante muchísimos años. La caza con Diana fue de los disfrutes mayores de su vida.Los animales dan tantos ejemplos a los humanos que perduran para siempre en nuestros corazones.
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